Un sistema nervioso desequilibrado puede causar una gran variedad de problemas como cefaleas, vértigo, trastornos de atención, hiperactividad, pérdida de memoria, etc.
Con la Neurología Funcional restablecemos la adecuada estimulación al cerebro, disminuyendo la neuroinflamación, aportando los nutrientes necesarios y retornando la función celular normal.
La Neurología Funcional examina y detecta áreas de menor función testando movimientos oculares, el control y velocidad en movimientos finos, el tono muscular, el equilibrio, etc.